Rompe Armarios

País: EE.UU.
Año: 2009
Director: Larry Charles
Autor crítica: Jesús Casañas

El humorista más controvertido y escandaloso de la actualidad regresa a la gran pantalla. Tras encarnar a un reportero eslovaco de dudosa moralidad y levantar quebraderos de cabeza a media población estadounidense con 'Borat', Sacha Baron Cohen vuelve a la carga con 'Brüno', un 'crítico' de moda homosexual dispuesto a hacer lo imposible por alcanzar la fama.Como viene siendo habitual, el modus operandi de Cohen es el de crearse un personaje estridente y exagerado que le permita poner a prueba la paciencia de la sociedad norteamericana y del mundo entero. Esta vez, la inspiración le ha llegado desde el lado más extremo del universo gay, fruto de la cual ha nacido Brüno, un pseudo reportero metrosexual e híper amanerado que llevará a situaciones límite a diseñadores de moda, estrellas de rock, líderes religiosos, productores, famosillos y gente de a pie en general. Lo cierto es que no termino de pillarle el punto a este tío, pero he de reconocer que tiene valor. Consigue sacar de quicio a los sectores más retrógrados del planeta aún a riesgo de su integridad física, provocando todo tipo de reacciones en paletos de la Texas profunda, cazadores aguerridos o reverendos cura-homosexuales. La ventaja que tiene crearse alter egos de este estilo es que uno puede llevar las bromas a extremos que nadie se atrevería en su verdadera identidad. Véase a Santiago Segura en la piel de Torrente sosteniendo que todas las mujeres son unas putas o, al grupo de sátira hard rock valenciano Gigatrón afirmando que la heroína no es mala en realidad. Pero, en mi opinión, Cohen va demasiado lejos y cae en el mal gusto, y mira que esto lo firma un amante del terror, el gore, el punk y mil subgéneros underground más considerados de mal gusto de manera popular. Hay gente que lo aclama y adora, pero a mí apenas consiguió arrancarme un par de carcajadas durante toda la película. Además, pese a que hay escenas rodadas claramente de forma verídica, hay otras que resultan inevitablemente falsas o trucadas, y es que ni el ejército de Estados Unidos permite entrar en sus filas a un tío de pelo platino con su cámara al lado grabando, ni un líder de Hamás se deja entrevistar así como así.Lo que sí que me sorprendió fue el video-clip final, con colaboraciones de peso dentro del panorama musical internacional cuyos nombres omitiré por no estropear el asunto.En definitiva, los amantes de Sacha seguirán teniendo motivos para ir a verlo al cine, y sus detractores seguirán teniéndolos para repugnarle y odiarle. Servidor, se mantendrá humildemente al margen.
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