Rompe Armarios

ANTONIO BAQUERO
BARCELONA
Para apuntalar grandes cambios son necesarias acciones en apariencia pequeñas. A primera vista tan nimias como añadir una casilla en el sistema informático que recoge las denuncias. Eso es lo que han hecho los Mossos d’Esquadra con la introducción en su sistema de denuncias de un apartado donde se marca si la motivación de una agresión ha sido la homofobia. Esto ha convertido a la policía autonómica catalana en el único cuerpo policial español donde se puede dejar constancia de si un delito es homófobo.
Ese cambio, introducido en coordinación con el fiscal para los Delitos de Odio y Discriminación, Miguel Ángel Aguilar, ha permitido cuantificar cuántos delitos homófobos son denunciados ante los Mossos. «Contar los delitos de ese tipo nos permite saber la dimensión del problema», comenta el fiscal, que insiste en «la necesidad de crear unidades policiales especializadas» en el combate “contra grupos que difunden la doctrina del odio”.
«Esta medida (la casilla) incrementa la sensación de protección del colectivo pues implica que existe el derecho a denunciar una agresión homófoba», comenta la intendente Rocío Rubio, que además de comandar la comisaría del Eixample es la persona que coordina en los Mossos d’Esquadra la lucha en Barcelona contra ese tipo de agresiones por opción o identidad sexual. «Contabilizar los casos nos permite estudiar el perfil de los autores», dice.
La inclusión de esa casilla forma parte de las medidas previstas en el protocolo contra la homofobia que se aplica desde junio del 2008.Las primeras cifras ya están disponibles. De junio a diciembre del 2008, se denunciaron en Catalunya 37 agresiones homófobas. En lo que va de 2009, se han denunciado otra treintena de agresiones.

GRUPOS NEOFASCISTAS / Según la intendente, buena parte de esas acciones denunciadas son robos y agresiones en zonas de cruising, áreas donde de noche se reúnen personas homosexuales para, de común acuerdo, tener sexo. Este mando policial explica como algunos delincuentes van a estos lugares y se hacen pasar por gays. Simulan ligar con alguno de los presentes y se los llevan a un lugar aislado donde les roban y, a veces, les agreden sexualmente. También son muchos los insultos o agresiones físicas a homosexuales en la calle por parte de individuos o grupos neofascistas. Una de las más graves la sufrió una joven, violada por unos jóvenes por ser lesbiana.
Otro tipo de denuncia habitual es la denegación de servicios a una persona por ser homosexual. «El caso típico es el de la pareja de gays a los que en un hotel no les dan habitación», cuenta Rubio. «Muchas veces, los afectados presentan una denuncia en consumo cuando lo que les pasó debe denunciarse en comisaría», añade. Además, muchos gays sufren acoso por parte de vecinos.

CIFRA OCULTA / La impresión es que hay una importante bolsa oculta de delitos homófobos. «Es un tipo de agresión que se denuncia poco: las víctimas no suelen querer revelar su opción sexual o afectiva; o temen que el policía no les va a hacer caso o a creer», comenta el fiscal. Como señala Eugeni Rodríguez, coordinador de L’Observatori de la Homofòbia, «entre las personas que recurren al cruising hay quien no ha comunicado en su entorno que son homosexuales; personas casadas y con novia. Alguien que no ha explicado abiertamente que es gay es muy difícil que denuncie algo que le ha ocurrido precisamente por ser homosexual».
Los Mossos registran las agresiones homófobas
• Denegar el servicio a alguien por el simple hecho de ser gay vulnera la ley