Rompe Armarios

Quizás sea demasiado pedirte que alcances el metro noventa, y tampoco es cosa de ponerse a dar saltitos.

Nunca fue un problema, bien lo sabes, avisar desesperado cuando el agua te llegaba al cuello, esos centimetros de más , me permitían no ahogarme y evitar el naufragio
Qué importancia tan desmesurada no saludarte, con lo fácil que era pensar que no te veia. Qué silencio cuando a pesar de los envites, contabas con mi  labia y esos contactos que tanto ayudaban.
En la alegria y la fiesta cuántos reproches a esa arrogancia que siempre me veias y que tanto callabas en la frontera de la injusticia.
Demasiado alto para pasar deasapercibido...siempre caprichoso me decias, pero no importaba si era tu destino. Qué  despistada mi militancia ahora que tocaba gozar sus sacrificios...
Ahora sin embargo, que la traición se  viste de vida, y la altura me delata en las aceras de la infamia, me cuesta cruzarme con tus ánimos, perdidos me dicen en las rebajas de la frivolidad.
Estar a la altura era un compromiso. Ya ves ni tan siquiera un detalle. No puedo verte desde esa altura donde otrora siempre me encontrabas. Tragar la rabia, mirar sin hola, y callar la ignominia parece mas fácil que la perdida lealtad.
A estas alturas, dar la talla , ya no sana, mortifica. En esos perdidos callejones que atajastes sin piedad, ya nadie conoce tus miedos que tan bien disfrazaste de vehemencia.