sábado, 22 de octubre de 2011
ARTÍCULO SOBRE -PATRICIA HERAS-.EN..LA VANGUARDIA
PATRI |
ROMPEARMARIOS,
Reproduce el IMPRESIONANTE e inesperado artículo públicado hoy en LA VANGUARDIA, sobre PATRICIA HERAS.
Reproduce el IMPRESIONANTE e inesperado artículo públicado hoy en LA VANGUARDIA, sobre PATRICIA HERAS.
Muertes de perro. La poeta (y 2), de Gregorio Morán en La Vanguardia
SABATINAS INTEMPESTIVAS. Gregorio Moran LA VANGUARDIA 22 de Octubre DE 2011
La amarga historia de Patricia Heras empieza como esos guiones de Hollywood, donde los policías mienten, los ciudadanos miran para otro lado, los jueces bostezan, los carceleros corrompen y los presos esnifan hasta los polvos de talco. Mientras, la víctima inocente contempla más allá de la desolación y el espanto, que se está “comiendo un marrón” del que apenas sabe nada, salvo que acaba de entrar en el infierno. Y que gritar la inocencia en una cárcel es como leer la Biblia en un prostíbulo; gimnasia intelectual.
Pero en las películas de Hollywood que tratan historias como la que le ocurrió a Patricia Heras en Barcelona siempre aparece, ya bien avanzada la cinta, un personaje positivo. Un abogado, un juez despierto, una periodista sagaz, incluso un funcionario de prisiones digno que asume “un exceso de celo” -desde que Talleyrand instituyó el “jamás demasiado celo”, el exceso de celo es de una radicalidad revolucionaria- defendiendo al inocente y sacando poco a poco, secuencia a secuencia, la verdad de la historia. Es entonces cuando la víctima del “marrón”, humillada y ofendida, recupera la normalidad y los espectadores pueden volver a casa con la sensación de vivir en una sociedad difícil, pero donde no cabe el pesimismo. Siempre me impresionó que los contratos de los directores de Hollywood tuvieran una cláusula sobre los finales de sus películas. Los decidían los productores.
Eso es el cine y la historia de Patricia Heras es la vida. Aquí no aparece un Gregory Peck que salva a la víctima injustamente acusada, sino al contrario, esta es una historia sórdida, de seguro que muchas veces repetida pero que tiene una componente que la convierte en singular. La protagonista, con toda seguridad, era un ser excepcional, sensible, independiente, inteligente y culta. Quizá insegura, pero hasta eso sería un síntoma de talento. La gente segura es peligrosa porque se aferra a las certezas, y las certezas, o son mentira o caducan.
Yo no tenía ni idea de quién era Cindy Lauper, jamás la había escuchado. Ahora lo sé, a mi pesar, gracias a Patricia Heras. Era una viernes, a principios de febrero de 2006, y entre broma y chiste a Patricia se le ocurrió que le cortaran el pelo a lo Cindy Lauper, pero pasándose; una cabeza de mujer en dados, cuadraditos, entre el dos y cero, con blancas y negras como el tablero de ajedrez, y vestirse en revoltijo, que se decía antaño, con una malla bajo el sujetador, y a gusto y placer. Si hay algo que afirman quienes conocieron a Patricia Heras es que “el vestirse, su apariencia, era un modo con el que nutría de significado su estar en el mundo”.
Y se fue de fiesta con su amigo Alex, y comieron, bebieron, fumaron e hicieron todo aquello que les apetecía hasta la madrugada, que agarraron la bicicleta y se pegaron un toba en esas zonas de la Barcelona-Sur-Mer que uno debe evitar a ciertas horas y ciertas noches. Un incidente, nada importante; una brecha en la cabeza, el chico, y algunos magulladuras ella, eso sí, con mucha sangre, tanta como para llamar a una ambulancia, que llegó algo tarde, como suele suceder, y que les trasportó con un detalle añadido de buena crianza, permitiéndoles meter la bicicleta dentro. Es importante la bicicleta, al menos yo se la doy en esta historia, porque desaparecerá con menos rastro que la inocencia.
Tienen la mala fortuna de que les lleven al Hospital del Mar y ahí da comienzo la pesadilla. Allí coinciden con varios detenidos tras los incidentes del desalojo de una casa de okupas en Sant Pere més Baix, y con los urbanos indignados porque varios de los suyos están heridos. Uno de ellos quedará parapléjico. En la sala de espera del hospital acaban todos sumados. ¿Acaso una chica con esa pinta no pertenece a la misma cuadrilla de okupas? El relato que ella misma hará de la situación en la que se ve metida pertenece al género de la picaresca trascendental. Patricia esperaba que le hicieran una radiografía para comprobar si el golpe había dejado secuelas, y acaba esposada y sin bicicleta.
Lo que viene luego es muy vulgar, tanto como la brutalidad. “De repente aparece un tipo con un pasamontañas tapándose le cara y cámara en mano me empiezan a grabar, dura unos minutos en robarme el alma y cuando termina de filmarme me da por hablar. De nuevo les explico que todo es un error, que nosotros hemos tenido un accidente de bici”. Ya no hay bicicleta, ni noche de farra y alegría, ni accidente fortuito sino una culpabilidad por homicidio, imagino que en grado de tentativa. Ya es reo de la justicia, da lo mismo que lo expliques en castellano, catalán o arameo. Estás perdido. ¡Y con esa pinta! “Mi corte de pelo es el más famoso de la ciudad. Parece increíble pero me acusaron de homicidio por mi pelo”. Entonces lo único que se te ocurre es poder salir de ese fin de semana terrorífico y poder irte a casa a duchar, a mirar por la ventana y a pensar que la pesadilla ha terminado. Pero no es así, por mucho que expliques la bicicleta y el golpe y la ambulancia y la sala de espera del Hospital del Mar, estás perdido. “Ahora pienso lo bien que me hubiera venido ver alguna de esas películas sobre juicios y menos ciencia ficción, ya me lo decía mi madre”.
Patricia Heras entró en la cárcel acusada entre otras cosas de haber lanzado una valla metálica a un policía municipal, cosa que nadie, con sólo ver su aspecto y su figura, podría creer. Pero la bola siguió y su historia de la bicicleta debió de convertirse en un chiste carcelario. Entró en la prisión de Wad-Ras y escribió un dietario impresionante por su lucidez irónica. La convivencia en una cárcel de mujeres contada por una chica que sabe escribir: “No he perdido mi capacidad asombrosa de abstracción con lo cual no he perdido la sonrisa ni el buen humor, sólo perturbado por un increíble atasco intestinal”.
Le cayeron tres años. El Supremo los confirmó. “Lo más duro son las entrevistas con la Junta de Tratamiento -la que debe aprobar si pueden concederle el tercer grado-. Duele escuchar que si no reconozco mi delito no tengo voluntad de reinserción, ni arrepentimiento; hoy me ha dicho el psicólogo que eso es propio de psicópatas”. Cuando le permiten salir e ir a dormir a la cárcel, no hay unanimidad en la Junta. La jurista del grupo le dice textualmente “te perdonamos que seas de Madrid”, y ella escribe, alucinada, “creo que con eso ya me lo dijo todo”. El que pone más pegas es el psicólogo, “que encuentra lagunas en mi vida”.
Sé muy poco de Patricia Heras, que vino de Madrid a estudiar Filología en la Universidad de Barcelona, que se licenció, y la descripción que de ella hace una de sus profesoras: “Era de una sensibilidad y una lucidez que pocos más tenían dentro del aula. Además de persona extremadamente educada, había leído muchísimo y se había dedicado a reflexionar sobre las constantes humanas con refinamiento espiritual y rigor intelectual”. Lo había dicho ella misma a la juez de instrucción y al fiscal: “No soy okupa, no soy punki y no soy una desarraigada”. Pero se olvidó de añadir, “me visto y peino como me sale de los ovarios”. Mejor no haberlo dicho, la hubieran acusado de desacato.
Siguió así, saliendo y entrando de prisión, hasta que una tarde de martes, en ese momento que hay que ir preparando los bártulos para volver a la cárcel, abrió el balcón y se tiró. Fue el 26 de abril, el miércoles hará seis meses. Dejó versos, porque ya no quedaba otra cosa que dejar. “Mi reino está inerme y envenenado como todo mi ser… Me sé vencida”. La madre de uno de los procesados, Mariana Huidobro, escribió una carta a los responsables de su muerte, políticos y jueces, que llevarán sobre su conciencia, dice ella, este crimen impune. “Patricia era un ángel que necesitaba sus alas para volar y ustedes se las cortaron”. La conciencia de toda esa gente pesa menos aún que los artículos de periódico que nunca salieron para homenajear a una poeta muerta, con final de perro abandonado
La amarga historia de Patricia Heras empieza como esos guiones de Hollywood, donde los policías mienten, los ciudadanos miran para otro lado, los jueces bostezan, los carceleros corrompen y los presos esnifan hasta los polvos de talco. Mientras, la víctima inocente contempla más allá de la desolación y el espanto, que se está “comiendo un marrón” del que apenas sabe nada, salvo que acaba de entrar en el infierno. Y que gritar la inocencia en una cárcel es como leer la Biblia en un prostíbulo; gimnasia intelectual.
Pero en las películas de Hollywood que tratan historias como la que le ocurrió a Patricia Heras en Barcelona siempre aparece, ya bien avanzada la cinta, un personaje positivo. Un abogado, un juez despierto, una periodista sagaz, incluso un funcionario de prisiones digno que asume “un exceso de celo” -desde que Talleyrand instituyó el “jamás demasiado celo”, el exceso de celo es de una radicalidad revolucionaria- defendiendo al inocente y sacando poco a poco, secuencia a secuencia, la verdad de la historia. Es entonces cuando la víctima del “marrón”, humillada y ofendida, recupera la normalidad y los espectadores pueden volver a casa con la sensación de vivir en una sociedad difícil, pero donde no cabe el pesimismo. Siempre me impresionó que los contratos de los directores de Hollywood tuvieran una cláusula sobre los finales de sus películas. Los decidían los productores.
Eso es el cine y la historia de Patricia Heras es la vida. Aquí no aparece un Gregory Peck que salva a la víctima injustamente acusada, sino al contrario, esta es una historia sórdida, de seguro que muchas veces repetida pero que tiene una componente que la convierte en singular. La protagonista, con toda seguridad, era un ser excepcional, sensible, independiente, inteligente y culta. Quizá insegura, pero hasta eso sería un síntoma de talento. La gente segura es peligrosa porque se aferra a las certezas, y las certezas, o son mentira o caducan.
Yo no tenía ni idea de quién era Cindy Lauper, jamás la había escuchado. Ahora lo sé, a mi pesar, gracias a Patricia Heras. Era una viernes, a principios de febrero de 2006, y entre broma y chiste a Patricia se le ocurrió que le cortaran el pelo a lo Cindy Lauper, pero pasándose; una cabeza de mujer en dados, cuadraditos, entre el dos y cero, con blancas y negras como el tablero de ajedrez, y vestirse en revoltijo, que se decía antaño, con una malla bajo el sujetador, y a gusto y placer. Si hay algo que afirman quienes conocieron a Patricia Heras es que “el vestirse, su apariencia, era un modo con el que nutría de significado su estar en el mundo”.
Y se fue de fiesta con su amigo Alex, y comieron, bebieron, fumaron e hicieron todo aquello que les apetecía hasta la madrugada, que agarraron la bicicleta y se pegaron un toba en esas zonas de la Barcelona-Sur-Mer que uno debe evitar a ciertas horas y ciertas noches. Un incidente, nada importante; una brecha en la cabeza, el chico, y algunos magulladuras ella, eso sí, con mucha sangre, tanta como para llamar a una ambulancia, que llegó algo tarde, como suele suceder, y que les trasportó con un detalle añadido de buena crianza, permitiéndoles meter la bicicleta dentro. Es importante la bicicleta, al menos yo se la doy en esta historia, porque desaparecerá con menos rastro que la inocencia.
Tienen la mala fortuna de que les lleven al Hospital del Mar y ahí da comienzo la pesadilla. Allí coinciden con varios detenidos tras los incidentes del desalojo de una casa de okupas en Sant Pere més Baix, y con los urbanos indignados porque varios de los suyos están heridos. Uno de ellos quedará parapléjico. En la sala de espera del hospital acaban todos sumados. ¿Acaso una chica con esa pinta no pertenece a la misma cuadrilla de okupas? El relato que ella misma hará de la situación en la que se ve metida pertenece al género de la picaresca trascendental. Patricia esperaba que le hicieran una radiografía para comprobar si el golpe había dejado secuelas, y acaba esposada y sin bicicleta.
Lo que viene luego es muy vulgar, tanto como la brutalidad. “De repente aparece un tipo con un pasamontañas tapándose le cara y cámara en mano me empiezan a grabar, dura unos minutos en robarme el alma y cuando termina de filmarme me da por hablar. De nuevo les explico que todo es un error, que nosotros hemos tenido un accidente de bici”. Ya no hay bicicleta, ni noche de farra y alegría, ni accidente fortuito sino una culpabilidad por homicidio, imagino que en grado de tentativa. Ya es reo de la justicia, da lo mismo que lo expliques en castellano, catalán o arameo. Estás perdido. ¡Y con esa pinta! “Mi corte de pelo es el más famoso de la ciudad. Parece increíble pero me acusaron de homicidio por mi pelo”. Entonces lo único que se te ocurre es poder salir de ese fin de semana terrorífico y poder irte a casa a duchar, a mirar por la ventana y a pensar que la pesadilla ha terminado. Pero no es así, por mucho que expliques la bicicleta y el golpe y la ambulancia y la sala de espera del Hospital del Mar, estás perdido. “Ahora pienso lo bien que me hubiera venido ver alguna de esas películas sobre juicios y menos ciencia ficción, ya me lo decía mi madre”.
Patricia Heras entró en la cárcel acusada entre otras cosas de haber lanzado una valla metálica a un policía municipal, cosa que nadie, con sólo ver su aspecto y su figura, podría creer. Pero la bola siguió y su historia de la bicicleta debió de convertirse en un chiste carcelario. Entró en la prisión de Wad-Ras y escribió un dietario impresionante por su lucidez irónica. La convivencia en una cárcel de mujeres contada por una chica que sabe escribir: “No he perdido mi capacidad asombrosa de abstracción con lo cual no he perdido la sonrisa ni el buen humor, sólo perturbado por un increíble atasco intestinal”.
Le cayeron tres años. El Supremo los confirmó. “Lo más duro son las entrevistas con la Junta de Tratamiento -la que debe aprobar si pueden concederle el tercer grado-. Duele escuchar que si no reconozco mi delito no tengo voluntad de reinserción, ni arrepentimiento; hoy me ha dicho el psicólogo que eso es propio de psicópatas”. Cuando le permiten salir e ir a dormir a la cárcel, no hay unanimidad en la Junta. La jurista del grupo le dice textualmente “te perdonamos que seas de Madrid”, y ella escribe, alucinada, “creo que con eso ya me lo dijo todo”. El que pone más pegas es el psicólogo, “que encuentra lagunas en mi vida”.
Sé muy poco de Patricia Heras, que vino de Madrid a estudiar Filología en la Universidad de Barcelona, que se licenció, y la descripción que de ella hace una de sus profesoras: “Era de una sensibilidad y una lucidez que pocos más tenían dentro del aula. Además de persona extremadamente educada, había leído muchísimo y se había dedicado a reflexionar sobre las constantes humanas con refinamiento espiritual y rigor intelectual”. Lo había dicho ella misma a la juez de instrucción y al fiscal: “No soy okupa, no soy punki y no soy una desarraigada”. Pero se olvidó de añadir, “me visto y peino como me sale de los ovarios”. Mejor no haberlo dicho, la hubieran acusado de desacato.
Siguió así, saliendo y entrando de prisión, hasta que una tarde de martes, en ese momento que hay que ir preparando los bártulos para volver a la cárcel, abrió el balcón y se tiró. Fue el 26 de abril, el miércoles hará seis meses. Dejó versos, porque ya no quedaba otra cosa que dejar. “Mi reino está inerme y envenenado como todo mi ser… Me sé vencida”. La madre de uno de los procesados, Mariana Huidobro, escribió una carta a los responsables de su muerte, políticos y jueces, que llevarán sobre su conciencia, dice ella, este crimen impune. “Patricia era un ángel que necesitaba sus alas para volar y ustedes se las cortaron”. La conciencia de toda esa gente pesa menos aún que los artículos de periódico que nunca salieron para homenajear a una poeta muerta, con final de perro abandonado
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
OFICINA DENUNCIES HOMOFÒBIA
FAGC 40 ANYS
IN MEMORIAM
40 ANYS DEL FAGC
Està implementant el govern de la generalitat la llei contra la LGTBIfòbia?
Entradas populares
-
LAB/ORATORY Ronda de Sant Pere 19-21, Barcelona horari: de 00:00h a 5:45h Entrada: 10€ amb consumició Copa: 8€ Cervesa / Refres...
-
CATALUNYA.-Las Fiestas de Gràcia harán un minuto de silencio por el asesinato de un homosexual en Rusia BARCELONA, 9 (EUROPA PRESS...
La cruda realidad
#CATSENSEARMARIS AL CIM LGTB
ADEU A "LA BATA"
"NOU" TRIANGLE SITGES
NO LESBOFÒBIA
STOP GENOCIDIO TRANS
Eugeni Rodríguez
PORNO BURKA
PROU IMPUNITAT
IN MEMORIAM
GLORIETA TRANSSEXUAL SONIA
17 ANYS FETS HOMÒFOBS SITGES
identv
Noms propis
Mi lista de blogs
"LEY PELIGROSIDAD SOCIAL"
CONTRA LGTBfòbia LABORAL
ESPAI PÚBLIC LGTB
DIA VISIBILITAT LÈSBICA
Vistas de página en total
CARTELL CONTRA HOMOFÒBIA
EL ROTO
Seguidores
Archivo del blog
Mi Revolución
Videos Transmaricabollofobia
Enllaços amics
Enllaços
Venta On-Line 4.95 €uros
L’any 1986 té lloc la IV Conferència del FAGC, molt marcada per l’entrada els anys anteriors de gent jove vinculada als nous moviments socials, com l’antimilitarista, i a organitzacions de l’esquerra radical.
Per aquells anys també entra en escena un nou actor: la sida, pandèmia que obligà el moviment GLT a fer una profunda reflexió i a replantejar-se objectius i estratègies per avançar en l’alliberament sexual [...]
MAPA DELS DERTS LGTB AL MON
Blog Archive
- 2024 (1)
- 2018 (1)
- 2017 (3)
- 2015 (48)
- 2014 (275)
- 2013 (495)
- 2012 (654)
-
2011
(332)
- diciembre(51)
- noviembre(50)
-
octubre(46)
- ELECCIONES GENERALES, LA ANTESALA DE LA HOMOFOBIA
- HOMOFOBIA I CULTURA ELS TEMES MÈS PUBLICATS A ROMP...
- ESTIMA COM VULGUIS---GRAN FESTA DEL FAGC 26 NOVEMBRE
- JOVE GAI TORTURAT PEL SEU PARE
- "ONLY VINYL PARTY " LA ARTESANIA Y EXQUISITEZ EN L...
- DELS DRETS A LES LLIBERTATS-ADQUIREIX EL LLIBRE A ...
- Carta a un Mariarmario
- JOVEN ESCOCÉS ASESINADO POR HOMOSEXUAL
- NO PENA MORT HOMOSEXUALITAT-HOMOFÒBIA MATA-
- L'AJUNTAMENT DE SITGES TREU EL REGISTRE DE PARELLE...
- Aguilar alerta de una "insuficiente" investigación...
- Iceta recomienda a Duran acudir al psicólogo para ...
- L' OBSERVATORI CONTRA L' HOMOFÒBIA DENÚNCIA A DURA...
- "DELS DRETS A LES LLIBERTATS coord EUGENI RODRÍGUE...
- LAS REACCIONARIAS MANIFESTACIONES DE -DURAN I LL...
- LAS REACCIONARIAS MANIFESTACIONES DE -DURAN I LL...
- ARTÍCULO SOBRE -PATRICIA HERAS-.EN..LA VANGUARDIA
- Duran indigna a CiU al insistir en las terapias ps...
- Diario infame de la Zorra Suprema: Carta de Marian...
- CIU I PP VOLEN TREURE EL REGISTRE DE PARELLES DE F...
- SER GAI A L´HOSPITALET DE LL-Entrevista Reportatge...
- L´ARTISTA DAVID MIRAS RECREA EL MOMENT DE L`...
- GENOCIDIO EN GUATEMALA Feminicidio silenciado
- ESTRATÈGIES IEINES CONTRA L' HOMOFÒBIA---JORNADA D...
- Aturem la pena de mort contra l'homosexualitat a I...
- ENTREVISTA CON "EL CHE DE LOS GAYS" activista chil...
- L' HOMOFÒBIA MATA: IEMEN CASTIGA AMB PENA DE MORT ...
- ROMPEARMARIOS ---500---ENTRADAS PUBLICADAS---LAS M...
- BERNAT LABANDA MANEGAMENT Y EVENTOS - B L E M-
- Una riuada humana surt al carrer en una demostraci...
- XI Festival Internacional de Cinema GAI i LÈSBIC ...
- Nos dejó , Frank Kameny, antorcha de los derechos ...
- LA FISCALIA INTERVIENE ANTE UN CONCIERTO NEONAZI E...
- ·"ESTIMA COM VULGUIS " FESTA FAGC DISSABTE 26 NOVE...
- L' OBSERVATORI CONTRA L' HOMOFÒBIA A BLOGSPOT
- NOS DEJÓ KIKE...
- Eugeni Rodríguez a Hospitalencs/hospitalenques il·...
- L´OBSERVATORI CONTRA L´HOMOFÒBIA A FACEBOK I BLOGSPOT
- SECCOND FLOOR PRESENTA A "TRESOR CONNECTION
- EMOTIVO HOMENAJE A LA TRANSEXUAL SÒNIA EN EL XX ...
- EL ROSTRO HUMANO DE SÒNIA POR VEZ PRIMERA ES PU...
- NADAR GUARDAR LA ROPA Y TERMINAR LA COLADA
- no solo techno/kan pascual/telenoika
- CULTURA TRANS ACTIVIDADES DESPATOLOGIZACIÓN OCTUB...
- La paternidad por gestación subrogada
- EL CGB A FESTES ESQUERRA EIXAMPLE
- septiembre(30)
- agosto(20)
- julio(25)
- junio(21)
- mayo(21)
- abril(18)
- marzo(23)
- febrero(16)
- enero(11)
- 2010 (116)
- 2009 (150)
0 comentaris: