Lo hicieron. Legisladores conservadores en la ciudad de San Petersburgo (Rusia) acaban de aprobar una ley con la que pretenden acallar y criminalizar la lectura, la escritura, la expresión o las reuniones en las que se discuta cualquier asunto que se presuma “gay”.
¿El objetivo? Hacer desaparecer a la gente gay, lesbiana, bisexual o transexual.
Pero la lucha continua. Este proyecto de ley no se aprueba hasta que sea firmado por el Gobernador de la ciudad. Y San Petersburgo es un destino principal para el turismo internacional en Rusia. Una tormenta de publicidad problemática puede presionar al Gobernador y hacerle pensar dos veces todo esto antes de firmar esta nefasta ley.
Durante los últimos meses, 270.000 personas se unieron a la plataforma All Out para condenar el proyecto de ley y miles de personas llamaron a las oficinas de Asuntos Exteriores de sus países para presionar a los gobiernos de todo el mundo a que hicieran pública su condena. No obstante, la diplomacia tradicional llegó al límite, así que ahora es el momento de actuar contra lo que más les importa, donde más les duele: sus bolsillos.
Solamente disponemos de 14 días para intentar frenar esta ley tan equivocada. Es un último esfuerzo. Solamente os pido que os toméis un minuto para compartir esta convocatoria contra esta ley tan absurda. Tan absurda es que los legisladores rusos ya se han olvidado de una de las figuras más importantes de su país: el compositor Piotr Tchaikovsky, era homosexual.
Os animo a que veáis este vídeo y lo compartáis con todos. Un vídeo que se ha adornado con la música del propio Tchaikovsky.
El Gobernador de San Petersburgo cuenta con la autoridad para vetar este proyecto de ley. Y todo el mundo sabe que no desea que su ciudad, conocida alrededor del mundo como cosmopolita y la “ventana hacia el oeste” de Rusia, se encuentre atrapada en este lío de mala prensa.
Rusia es un país fuerte e independiente, sin embargo, vivimos en un mundo globalizado. Si este proyecto de ley entra en vigor, debemos dejarle bien claro al Gobernador de San Petersburgo que nadie viajará a esta ciudad y que convenceremos a todos nuestros amigos, familiares y conocidos para que tampoco lo hagan.
Pon esta información en tu blog, en el Muro de todas tus redes sociales, compártela por correo electrónico, pero no dejes pasar esto. No permitas que la forma de ser y la forma de hablar de millones de personas sea tipificado como un delito. Que escribir un libro, hablar en un programa de televisión, expresarte en tu bitácora o ir de la mano por la calle con tu pareja no sea un delito. ¡Que estos derechos no sean prohibidos e ilegalizados en la segunda ciudad más grande de Rusia!
¡Ahora es el momento! Actúa.